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sábado, 13 de julio de 2024

5ª PINCELADA


 


Sigamos…

Cupido, empeñado en jugar como siempre, nos regalaba días de sol brillantes, días perfectos en los que pareciera tocar el cielo con las manos y otros que parecian de arena, de emociones nubladas, acompañados de silencio, cuando lo que yo ansiaba era oír el silbido anunciando que había llegado él.

En ese espeso lapso, “él hablaba con cualquier otra chica” mientras yo tonta de mí, esperaba. Y aunque le quería (o eso pensaba yo) dentro de mí se fue fraguando una gran desilusión que amenazaba tormenta.

Él me gustaba, y mucho, pero también me quería a mí misma, y lo que estaba viviendo no lo quería para mí.

Sin pensarlo dos veces rompí mi relación con él, y fue entonces cuando comenzó a mostrarme que realmente quería algo serio y bonito conmigo, Cada día llegaba a la oficina rogandome volver.

Una y otra vez suplicaba un perdón que me costaba dar, llegaba a mi puerta cada día aunque yo no bajara,,un día, otro dia... y pasó que sin darme siquiera cuenta, como la gota de agua sobre la piedra logra horadarla, cedí.

Llegaron tiempos de crecida ilusión, estando a su lado me parecía imposible pasar el día sin verlo, de reojo le miraba y le veía como un dios griego “guapísimo” entonces olvidaba mis dudas y me dejaba arrastrar por el sentimentalismo, por chocar las manos y por un instante entrelazar los dedos…


C. Parra


jueves, 20 de junio de 2024

4º PINCELADA



 

El tiempo pasaba veloz, mis coqueteos con la escritura me apasionaban, “Fanny” que así se llamaba mi compañera, era divertida y simpática, a las dos nos gustaba tomar a sorbos el aire, aspirar la energía de la naturaleza desde el amanecer.

Tomábamos de nuestra bendita naturaleza toda la belleza que nos regalaba, y clavando en nuestras retinas toda su belleza seguíamos inflando nuestro globo de ilusiones. Pasaba el tiempo, Juan y yo seguíamos conociéndonos, aunque creo que yo apostaba más en ello que él

Tampoco puedo decir que no me mostrara interés (lo tenía) y su mirada era enamorada, sus frases melosas… tiernas

Sé que sentía algo loco por mí, y al mismo tiempo…tambien comenzó a quebrarse algo cuando alguna que otra vez no aparecía a la cita que tenía conmigo.

Yo me estaba enamorando en serio, y esto me hacía sentir como si fuese la principal protagonista de un cuento, aunque ya sabemos todos que los cuentos como los sueños no siempre terminan bien

El final lleegó mas tarde, bastante más tarde, cuando el globo de los sentimientos se había hecho grande, al mismo tiempo comenzó a desinflarse

De cualquier manera, nos tocaba disfrutar cada momento, paladear las emociones, aunque solo nos estuviese permitido y con miedo, tocar nuestras manos para echarnos a temblar con el solo roce de la piel…


viernes, 24 de mayo de 2024

3ª PINCELADA




 

Desde que le conocí, hubo una hora de la tarde tenía algo especial, diferente, esa hora en la que con un silbido me anunciaba que Juan (así se llamaba) estaba esperando a mi puerta. Ese momento sin lugar a dudas, se convertía en la mejor hora del día, la que tenía mejor sabor. 

Era entonces cuando me aprisionaba ese cosquilleo en el estómago que se apretujaba dentro de mí y cualquier nimiedad me invitaba a la risa, yo lo hice tan especial dentro de mi que me hizo pensar que él era el joven más guapo del mundo, el más noble, el que todas las chicas del barrio querrían enamorar, (así era en realidad),todas lo intentaron una y otra vez, en oocasiones con algo de descaro incluido, logrando con ello que dentro de mí nacíera un pellizco parecido a los celos, esto me llenaba de rabia.

El reía complacido, quizás hasta se sintiera importante, en esos momentos solía cantarme casi al oido, con gesto enamorado, logrando que me sintiera  "unica", lo hacía con cierta gracia y conseguía que esas pequeñas boberias se alejaran de mi cabeza

Le gustaba mostrar un lenguaje rico en experiencias, (aunque no creo que las tuviera) hablaba con firmeza, su forma de mirar era algo atrevida y sus gestos agradables a mi me enamoraban, pero la realidad era que ambos éramos dos niños inexpertos, que nada conocíamos de la vida ni del amor aunque ansiábamos descubrirlo… 

Tengo que deciros que nunca lo conseguimos.

Por aquel entonces, yo trabajaba en una oficina, me gustaba mucho, me sentía mujer, tenía buenos compañeros, y sobre todo una compañera que por su forma de pensar éramos algo así como almas gemelas, nos separaban varios años, pero ello no fue incoveniente para la conexión que existió entre las dos.

Ideamos y pusimos en práctica reunirnos cada día antes del trabajo para escribir en los maravillosos jardines de la ciudad, lo hacíamos casi sin que hubiera asomado el día, los pavos reales y otros pájaros nos acompañaban mientras las ideas fluían (ambas llenas de sueños queríamos escribir una novela romántica) ¡y lo hicimos!, aunque no pudimos publicarla ninguna de las dos.

Corrian otros tiempos...

 

 

domingo, 12 de mayo de 2024

2ª PINCELADA




  

De pronto, un día, me encontré llevando mis primeros tacones, mi primera falda estrecha y en mi mente pensamientos nuevos, para mí eran totalmente desconocidos y al sentirlos me agarraba por dentro un nudo de nervios que me producía cierta inquietud. Me miré al espejo antes de salir notando que había aparecido en la mirada cierta picardía, y pensé que mi vida había dado un paso de gigante. En un abrir y cerrar de ojos me creí mujer cuando en realidad solo habían pasado un par de años.

Cumplía solo diecisiete, mi corazón se abría a la vida lleno de ilusiones y  sueños, la mirada se había vuelto algo más atrevida, distinta, quizás anhelando que llegara a mi vida, ese príncipe azul que esperan todas las niñas en la adolescencia.

Cuando salí a la calle pisé con seguridad.

Paseaba esa tarde con unas amigas cuando “le vi acercarse”, era un joven moreno, alto, bastante atractivo, que no necesitó decir palabra alguna para que lograra mi atención y la de mis amigas, bastó su mirada osada y acariciante a la vez, para saber con ese gesto que le dejaría entrar a mi vida. Desde ese mismo instante comenzó para mí un cortejo que abría la puerta a mis días jóvenes, un sinfín de ilusiones comenzaron a forjarse en mi interior, esperaba la llegaba de la tarde noche con ansia, porque él estaría a mi puerta esperando el momento de vernos, sentí como crecía una desconocida ilusión, un esperar impaciente que el tic-tac del reloj fuese más de prisa para oír su silbido a mi puerta anunciándome su llegada cada tarde

Él también era muy joven, casi adolescente, solo tenía diecinueve años, pero sus gestos de sabelotodo, y la picardía que ponía al hablar le hacía aparentar ser mayor.

lunes, 29 de abril de 2024

1ª PINCELADA




 

Amaneció un dia gris, el cielo dejaba caer alguna llovizna con rachas de viento que puso mi mente un poco nublada, entonces pensé.

Dejaré escapar de la memoria dandoles libertad, a las vivencias de ayer.

Quizás esos recuerdes casi olvidados, pongan un brillo especial en la mirada y me saquen una sonrisa ¿os parece una locura? no, no lo es, os aseguro que es una experiencia única

Fué un renacer a la adolescencia, cuando aún en ti, todo era virgen, los pensamientos libres de culpa alguna, y tus emociones queriendo brotar con la pujanza de la flor.

Por eso, al darles libertad, me sentí como una adolescente deslizandose por un tobogán sin final, los sentimientos que hasta ahora dormían con placidez, en un solo instante golpeaban mi corazón estrujando mi entraña sin poderlo evitar

Sonreí evocando el pasado…

Entonces era casi una niña,y como tal quería vivir mi propio cuento de hadas, soñaba, y jugaba imaginando quimeras que me hacían fantasear en una vida donde la música y el amor que podia intuir eran protagonistas de mi propia historia

Pasear bajo la lluvia y mojarme bajo ella me gustaba, dejarme empapar hasta los huesos, pisar charcos mientras jugaba y reía, eran momentos de plenitud.

Aún no conocía la atracción de sentirse enamorada, y con ese misterio revoloteando mi alma dejaba que esa idea loca me moviera toda…

Era como meterse de lleno en un volcán de sensaciones y fantasías que solo desde esa inocencia se puede sentir…


C. Parra

5ª PINCELADA

  Sigamos… Cupido, empeñado en jugar como siempre, nos regalaba días de sol brillantes, días perfectos en los que pareciera tocar el cielo...